NUEVA REFORMA FISCAL
Hoy, viernes 20 de Junio de 2014,
el Consejo de Ministros aprobará la nueva reforma fiscal. Que aunque no
entre en vigor hasta 2015, despierta ya un gran interés. Todos los ojos
están puestos en los detalles. Al principio, la ley hablaba de una reforma
general, pero parece que al final las modificaciones afectarán a unos pocos
puntos. Por varios motivos, de entre los cuales destacan la pérdida de votantes
por parte del partido del gobierno, la impopularidad de las medidas recomendadas
por Bruselas y las sugerencias de la comisión de sabios creada por el propio
gobierno.
La reforma fiscal se centrara
básicamente en la reducción de impuestos, tanto para personas físicas como
para empresas.
Reducción fiscal para personas físicas:
En un proceso repartido en dos
fases, entre 2015 y 2016, el tipo impositivo para la declaración de la renta será
reducido en un 0,75% para las
rentas
mínimas y hasta un 4% para las más altas. Siempre y cuando las Autonomías
no modifiquen su ley fiscal para aumentar sus tramos, limitando, así, los
beneficios de la bajada para el ciudadano.
Por otro lado, los
autónomos verán minorado su IRPF del 21% al 19%, aunque lo más
llamativo es que el gobierno quiere aprobar un tramo mucho menor para
aquellos autónomos con rentas bajas. La cuestión es: ¿Cuál será el
techo para la aplicación del porcentaje inferior?
Reducción fiscal para empresas:
Para las empresas, la bajada será del 30% al 25%. Si
bien se trata sin duda de una gran reducción, sus efectos benéficos podrían
verse mermados por la eliminación de deducciones aplicables. Cabe destacar, sin
embargo, que de manera inteligente el gobierno tiene la intención de dejar las
minoraciones de I+D y de reinversión en la empresa.
Otros puntos a tener en cuenta:
Los porcentajes de impuestos sobre
beneficios obtenidos por productos financieros serán disminuidos en un 2% de
media.
Las deducciones por aportaciones
a planes o fondos de pensiones, que actualmente se cifran en 10.000 € anuales y
12.500 € anuales para los mayores de 50 años, sufrirán una bajada drástica.
Aunque objetivamente este cambio no afectará mucho a la mayoría de ciudadanos,
ya que la media de aportación a estos productos en España es de unos 1.300 €
anuales por ciudadano.
El gobierno no cederá a las
presiones en lo referente al IVA, ni las de quienes le animan a aumentarlo
(Unión europea), ni las de quienes le exigen que lo baje (partidos de
oposición).Tampoco alterará los impuestos sobre tabaco, alcohol e hidrocarburos.
En resumidas cuentas, una reforma
fiscal populista que no sabemos si funcionará, pero que se espera que, por fin, se note
en los bolsillos de los ciudadanos de a pie.